Biografía

Puente de Glasgow

Buenos Aires circa 1930

Unos años después un amigo lo invitó a visitar la localidad de Chacras de Coria en Mendoza, con la propuesta de ir a conocer a una familia danesa de su amistad. Allí Roberto conoció a Esther Guldberg, hija de inmigrantes daneses que llegaron a Argentina en 1800 y algo, se instalaron en Chacras de Coria, construyeron una casa de adobe, plantaron viñedos, álamos, sauces y allí se quedaron. La casa aún está en pie, y allí vive parte de la familia hasta el día de hoy.

Una bodega en Chacras de Coria

La mamá de Rodrigo hablaba fluidamente danés e inglés. El papá tuvo que aprender español estando ya en Argentina. Robert y Esther se casaron en 1939 o 1940 en una iglesia escocesa que estaba en la calle Perú (tal vez la Iglesia Presbiteriana San Andrés, que hoy tiene su archivo sobre la calle Perú y el ingreso a la iglesia por Avenida Belgrano), y se instalaron en Capital Federal, en la zona de Palermo, frente al Jardín Botánico. 

Después de algún tiempo, se mudaron a una casa ubicada frente a la cancha del Golf Club San Andrés, en el partido de San Martín.

Golf Club San Andrés

Robert trabajó durante años como editor de la revista de economía y finanzas The Review Of The River Plate, que se publicó desde 1931 hasta 1955, y como reconocimiento por su  dedicación a esa revista, recibió de la Reina Isabel la OBE (Condecoración de la Orden de la Embajada Británica).

Rodrigo

Rodrigo nació el 26 de enero de 1941. Su nombre en inglés era Roderick, un nombre muy escocés, pero al anotarlo lo argentinizaron como Rodrigo. 

Rodrigo de bebé

Del mismo modo, su hermano Robert fue anotado como Roberto  y su hermana Ellen, como Elena.

Rodrigo y sus dos hermanos, Robert y Ellen

La agronomía

El padre de Rodrigo conminó a sus hijos a tener una carrera universitaria. Roberto eligió con gusto la química, y Rodrigo podría haber elegido la música, porque ya la amaba, pero cumplió el deseo de su padre y se recibió de ingeniero agrónomo. 

Rodrigo en la casa de San Andrés

Al poco tiempo de recibirse, Rodrigo se mudó a Bariloche para trabajar en un proyecto del INTA en conjunto con Naciones Unidas llamado “Programa para el desarrollo de la Región Comahue”, un trabajo que lo llevó a recorrer la extensa estepa patagónica y a enamorarse de su naturaleza y su paisaje.

La música

Si bien en su familia no había músicos profesionales, tenía un tío que tocaba el violín, otro era un prodigio tocando el piano de oído, y la mamá de Rodrigo también tocaba el piano.

A poco de llegar Rodrigo se insertó en la vida musical de Bariloche. De hecho, formó parte del grupo de cuatro personas que gestó la primera Navidad Coral en diciembre de 1968, Juan Schultis, quien estaba dictando un curso de dirección coral en el Camping Musical, Luis Caram de la Dirección de Cultura Municipal, Lucka Kralj de Jerman, directora del Coro del Colegio Woodvile (que luego se convertiría en el Coro de Niños y Jóvenes) y Rodrigo Dalziel, que en tan  poco tiempo ya dirigía el Coro del Centro Atómico.

Asistiendo a distintos cursos del Camping Musical, Rodrigo fue adquiriendo una formación musical, y munido de esas primeras armas decidió dejar la agronomía y dedicarse por completo a la música.